Trucos para no descuidar la dieta durante las vacaciones de verano
Durante las vacaciones de verano
es más fácil descuidar la dieta, porque la falta de rutina invita a pasar por
alto aquellos hábitos adquiridos durante el invierno. Sin embargo, es muy
importante no alejarse demasiado de esos buenos hábitos, porque de lo contrario
te costará mucho volver a la rutina de cuidados en la alimentación. Con algunos
trucos es posible disfrutar del verano sin pasar por alto la dieta.
Porque estar de vacaciones no es
sinónimo de descontrol. Es el momento perfecto para desconectar, liberar las
tensiones adquiridas durante los largos meses de invierno, para recuperar la
energía que se pierde con el estrés laboral. Pero en pocas semanas que dura el
verano se puede tirar por tierra el esfuerzo de todo el año. No te pierdas
estos consejos con los que podrás controlar la dieta durante las vacaciones de
verano.
Disfrutar del verano sin
descuidar la dieta
En verano se disfruta de más
tiempo de ocio fuera de casa, se come y se cena con amigos y ahí están las
ocasiones perfectas para descuidar la dieta. Sin embargo, con algunos sencillos
trucos podrás mantener tu vida social y disfrutar del verano sin que todo ello
estropee tu dieta. ¿Quieres saber cómo hacerlo? Enseguida te contamos algunos
trucos para que el verano no cause estragos en tu alimentación.
“Elige siempre las opciones más saludables cuando
salgas a comer fuera de casa”
La comida rápida, las frituras y
los platos hiper calóricos son las primeras opciones que vienen a la mente
cuando se piensa en comer fuera en verano. Aunque también son las menos
saludables y las que pueden arruinar tu dieta de un plumazo. Lo mejor es elegir
siempre las opciones más saludables, pescados a la plancha, ensaladas variadas,
carnes a la brasa o sopas frías como el tradicional gazpacho. Además de cuidar
tu dieta, te sentirás más ligera y tendrás más energía a pesar del calor.
Cuidado con los postres, menos helados y más fruta
El postre es uno de los
principales enemigos de las dietas. En unos pocos bocados puedes añadir una
gran cantidad de calorías y con ello echar por tierra el esfuerzo de una
alimentación saludable. No pasa nada por tomar un helado de forma ocasional,
mejor si es un helado artesanal o si eliges polos de hielo que tienen menos
grasa. Pero para el día a día, la mejor opción es la fruta de temporada. Los
melocotones, el melón o la sandía, llenos de agua, vitaminas, fibra y minerales
que te ayudarán a estar saciada sin descuidar la dieta.
Aprovecha para preparar zumos y
batidos refrescantes para esas tardes calurosas. Solo necesitas frutas, tu
bebida vegetal favorita y mucho hielo. Si añades a tu bebida unas hojas de
menta tendrás una bebida nutritiva además de muy refrescante. Con ello, podrás
aliviar las ganas de tomar algún otro producto menos saludable. Incluso, puedes
preparar tus propios helados caseros, para no renunciar a ese gusto tan típico
del verano.
Mantente activa a pesar del calor
Con el calor cuesta mucho más
moverse y hacer ejercicio, pero no perder la costumbre de entrenar es muy
importante para la salud en todos los sentidos. En verano es fundamental
adaptar los entrenamientos para que no queden en el olvido. Madruga para salir
a correr con las primeras luces del día, te mantendrás activa durante muchas
horas y tu cuerpo estará preparado para esos momentos en los que descuides tu
dieta.
No te olvides de hacer algo de
ejercicio siempre que vayas a la piscina o la playa, los mejores lugares para
mover todo el cuerpo en un solo entrenamiento. Y por último, recuerda que la
salud depende en gran medida de la alimentación y los buenos hábitos de vida
saludable. Durante el verano es más normal cambiar algunos hábitos y está bien
siempre que sea con cierto control. Porque en pocas semanas tu cuerpo puede
notar los efectos del descontrol, no pierdas la perspectiva y podrás mantener
tu dieta durante las vacaciones.
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